La ciberseguridad se ha convertido en los últimos años en una de las principales prioridades para cualquier empresa, y es que mantener los datos confidenciales en una organización de forma segura es una tarea compleja, incluso contando con un alto presupuesto.

El comportamiento de los trabajadores es el segundo mayor riesgo para la seguridad de los datos. Los estudios demuestran que el 90% de las violaciones de seguridad están causadas por errores humanos.

Por este motivo es esencial invertir en formación para que todos los empleados de tu empresa sean totalmente conscientes del papel tan importante que juegan en la ciberseguridad de la organización. De esta forma, se podrá conseguir evitar la mayoría de los errores y reducir así el riesgo al mínimo. Aunque tu proyecto de ciberseguridad no pueda evitar la mayoría de los casos más comunes como las estafas por correo electrónico que sufren las empresas, se puede formar y concienciar al usuario sobre el tipo de precauciones que debe tener en cuenta para evitar al máximo este tipo de riesgos.

Existen varias opciones de formación para proporcionar a los trabajadores los recursos necesarios para realizar sus tareas cumpliendo con las normas adecuadas que garanticen la ciberseguridad. Por ejemplo, los cursos online son una de las mejores herramientas para poder hacer el proceso de aprendizaje más fácil y garantizar su accesibilidad. Hay que tener en cuenta que para que la formación sea efectiva, es importante adaptar la formación a cada área de trabajo.

En dicha formación se imparten técnicas de ciberseguridad en empresas para ayudar a prevenir ataques, aunque parezcan sencillas y obvias pueden ser muy eficaces.

También existen técnicas de prevención más concretas que se pueden llevar fácilmente a cabo, como mantener al día la configuración de tu equipo y aplicaciones, ser precavidos y no instalar aplicaciones dudosas o no permitidas y navegar solamente por sitios seguros.

Además, debes saber que existen técnicas especificas con respecto a la herramienta más usada por las empresas, el correo electrónico. Una de ellas es desconfiar de todo lo correo que pida contraseñas, datos personales o confidenciales. Sospechar de los archivos adjuntos y enlaces a páginas externas. Revisar bien los correos ya que se está volviendo común la suplantación de clientes, responsables de sistemas y entidades financieras, mirar bien quien es el remitente y comparar con correos anteriores.

En definitiva, es necesario trabajar e involucrar a los empleados de manera positiva y efectiva en todo el proceso de la ciberseguridad, ya que no es solo responsabilidad de los informáticos, sino de todos los implicados en la empresa. El firewall más poderoso es el sentido común.